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2004/15 Conciertos del Instituto Navarro de Bienestar Social con la Fundación ASPACE Navarra (1999-2003)

Fecha publicación

La Cámara de Comptos de Navarra ha remitido al Parlamento la fiscalización sobre los conciertos del Instituto Navarro de Bienestar Social con la Fundación Aspace Navarra (1999-2003). Se trata de un trabajo realizado a petición de la Junta de Portavoces del Parlamento tras la difusión en prensa de un informe, firmado por cargos del departamento de Bienestar Social, crítico con la gestión de la Fundación Aspace y con los sueldos de algunos de sus directivos.

El informe explica que la Asociación Aspace se creó en 1971 por el impulso de un grupo de familiares de personas afectadas por la parálisis cerebral. La Asociación cuenta con el Centro Ramón y Cajal, con unas 130 plazas y 70 empleados; el Centro Especial de Empleo que ocupa a 213 personas y 14 empleados; y los clubes de ocio y deporte, que agrupan a unas 130 personas disminuidas.

En 1995 la Asociación Aspace creó la Fundación Aspace Navarra y un año después obtuvo la gestión del Centro Infanta Elena, propiedad del Gobierno de Navarra. En 1999 la fundación inició la construcción de la residencia Carmen Aldave, en un solar cedido por el Ayuntamiento de Pamplona, para albergar a 40 residentes y ofrecer el método Petö para rehabilitación de niños con parálisis cerebral. El Gobierno de Navarra subvencionó con 1,2 millones de euros la obra, finalizada en septiembre de 2001.

El retraso en la puesta en marcha de la residencia Carmen Aldave y la financiación por parte de la fundación de parte de los gastos del método de rehabilitación Petö -al objeto de que todos los afectados pudieran acceder al tratamiento- hizo que a finales de 2002 la situación económica de la fundación fuera delicada. Así lo reflejó la auditoría correspondiente al ejercicio de 2002, señalando que "se encuentra en estos momentos en una situación de quiebra técnica". A finales de 2002 la fundación tenía un déficit de 136.000 euros. Esta situación económica impidió al Gobierno de Navarra concertar la residencia Carmen Aldave, ya que la Ley Foral de Contratos exige para ello solvencia económica y financiera.

La Cámara de Comptos apunta en su informe la tendencia a crear fundaciones con fondos mínimos cuyo objetivo es captar fondos a través de subvenciones. "Lógicamente -señala el informe- si no cuentan con ingresos periódicos son entidades sumamente débiles ante cualquier circunstancia imprevista". De ahí que el órgano fiscalizador sugiera realizar todas las actividades desde una única entidad jurídica, con lo que desaparecerían los problemas de solvencia económica y se reforzaría la solvencia técnica.

La tendencia, sin embargo, parece la contraria. De hecho, según indica el informe, la nueva organización de Aspace -aprobada en 2003- aumenta la complejidad con la creación de otras tres fundaciones: Fundación Aspace Navarra Residencial, Fundación Aspace Navarra para el Empleo y Fundación Instituto Español para la Educación Conductiva Método Petö.

En las conclusiones del informe la Cámara de Comptos señala, en relación con los conciertos entre el Gobierno de Navarra y la Fundación Aspace Navarra, que los pagos en el periodo 1999-2003 ascendieron a 10,3 millones de euros correspondientes al Centro Infanta Elena. En cuanto a subvenciones, ha aportado 1,2 millones para la residencia Carmen Aldave y 200.000 euros por otros conceptos, entre los que figuran los 119.000 euros concedidos a las personas que están utilizando el método Petö.

El informe da por buena la gestión referida al concierto del Centro Infanta Elena y achaca la deficiente situación económica de la fundación a la financiación del método Petö y la no apertura de la residencia Carmen Aldave. En este sentido, el informe considera "un contrasentido" que la fundación y el Gobierno de Navarra inviertan tres millones de euros -de los que 1,2 aporta el Gobierno de Navarra- en la construcción de un centro necesario que da servicio a un sector desprotegido de la sociedad y unas pérdidas de 544.000 euros en dos años, que generan un capital negativo de 136.000 euros, impidan su apertura.

"Nos ha preocupado sobremanera -dice la Cámara de Comptos en la contestación a las alegaciones del informe- que por causas difícilmente explicables y entendibles, una residencia terminada en septiembre de 2001, cuya autorización de funcionamiento se concedió en febrero de 2003, todavía no se haya abierto".