La Cámara de Comptos tuvo un paréntesis de inactividad de más de ciento cuarenta años y fue restablecida en 1980 como órgano técnico del Parlamento de Navarra al que se le reconoció desde el principio una total independencia funcional. En este sentido hay que subrayar que Navarra fue la primera comunidad autónoma del Estado que, tras la llegada de la democracia, se dotó de un órgano de fiscalización externo.
La Constitución Española de 1978, cuya Disposición Adicional Primera declara que "La Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales", abrió la vía para la recuperación de la Cámara de Comptos.
El 28 de enero de 1980 el Parlamento Foral aprobó la Norma de Restablecimiento de la Institución y un año más tarde Mariano Zufía Urrizalqui fue nombrado primer presidente de la Cámara de Comptos. La Cámara de Comptos tiene encomendadas dos funciones básicas: fiscalizar las cuentas y la gestión económica del sector público de Navarra y asesorar al Parlamento en materias económico-financieras. Se trata, por lo tanto, de una institución cuyo objetivo final es garantizar que las administraciones públicas manejan de forma adecuada el dinero aportado por los ciudadanos a través de los impuestos. Su trabajo lo realiza por medio de informes de fiscalización o asesoramiento que se dan a conocer a través del Boletín Oficial del Parlamento y de la edición de la propia Cámara de Comptos. Esos informes tienen como principal objetivo analizar la gestión de los fondos públicos y realizar recomendaciones que permitan mejorarla.
Además de fiscalizar la gestión económica del sector público y asesorar al Parlamento, la Cámara de Comptos, en el caso de que advirtiera indicios de responsabilidades contables en el desarrollo de su trabajo, está obligada a trasladar esa información al Tribunal de Cuentas.
Según lo dispuesto en la Ley de Amejoramiento del año 1982 y la Ley Foral reguladora de la Cámara de Comptos de 1984, esta institución es de carácter unipersonal y está representada por su presidente, elegido por el Parlamento de Navarra para un periodo de seis años. En la actualidad, el presidente de la Cámara de Comptos es Ignacio Cabeza, elegido por el Parlamento en abril de 2022. Los anteriores presidentes de la institución fueron Mariano Zufía (1981-1991), Patxi Tuñón (1991-1997), Luis Muñoz (1997-2010), Helio Robleda (2010-2016) y Asun Olaechea (2016-2022).
Cabe destacar que la mayoría de los órganos de control autonómicos creados con posterioridad a la Cámara de Comptos no han seguido este modelo unipersonal, inclinándose por un modelo de gestión colegiado.
El presidente de la Cámara de Comptos, además de representar a la institución, es el encargado de decidir sus objetivos y marcar las líneas maestras de la actuación fiscalizadora. También le corresponde la designación del secretario general, cargo que está ocupado por un letrado. El secretario general, que ostenta la jefatura de personal, tiene como misión principal dirigir la asesoría jurídica de la institución.
La Ley Foral de la Cámara de Comptos, debido al carácter unipersonal de la institución, otorga una especial relevancia a los auditores que les distingue de los técnicos del mismo nivel que prestan sus servicios en otros tribunales de cuentas. En Navarra tienen el carácter de órganos y miembros de la Cámara, junto al presidente y secretario general; deben ser oídos por el presidente con carácter previo a la toma de determinadas decisiones y pueden discrepar con el informe definitivo del presidente enviando al Parlamento, si así lo consideran oportuno, un anexo en el que se detallen las discrepancias existentes, lo que supone una garantía para preservar el carácter técnico de los informes.
Los equipos de auditoría, dirigidos por los auditores, están formados también por técnicos que colaboran con aquéllos en la elaboración de los informes.
El personal de la Cámara de Comptos se completa con funcionarios que desarrollan tareas jurídicas, informáticas y administrativas.
Fotografía de acceso al interior de la Cámara de Comptos de Navarra