Luis Muñoz Garde, presidente de la Cámara de Comptos, ha comparecido ante la Comisión de Régimen Foral para explicar el informe de fiscalización sobre las obras de los Túneles de Ezcaba, presentado en este Parlamento el pasado 27 de marzo.
Como ha recordado el presidente, las obras de los túneles de Ezcaba se adjudicaron en junio de 2002 por un importe de 23 millones de euros y un plazo de ejecución de 30 meses. Los trabajos comenzaron en diciembre de 2002 y la inversión se abrió al público a finales de enero de 2005, con cuatro meses de adelanto sobre el plazo previsto, algo poco habitual en este tipo de inversiones.
Además del expediente que soporta la obra principal, se han tramitado una modificación y dos obras complementarias. La modificación corresponde a una mejora que propuso el propio contratista, referida a la manera de construir la parte norte del túnel y al tipo de estructura prevista sobre el río Ulzama. Se trata de una modificación que no afecta al plazo ni al precio.
En cuanto a las obras complementarias, se refieren básicamente a la ampliación del cuarto carril y adecuación de señalización y sistema anti-incendios de los túneles por cambio de normativa. Se trata de dos expedientes que suponen un gasto de dos millones y medio de euros.
Muñoz Garde ha señalado que el coste total de la inversión, excluida la compra de terrenos, es de 29,1 millones de euros. ?La obra se adjudicó por 23 millones, con una baja del 5,26 por ciento, y se ha ejecutado un 10 por ciento más que lo adjudicado, lo que supone 25,3 millones. A este montante hay que añadir los dos millones y medio de obras complementarias, medio millón de asistencia técnica y la revisión de precios. En total, como decía, algo más de 29 millones de euros al margen de los terrenos?.
También ha señalado que la obra se entregó con un adelanto de cuatro meses respecto al plazo previsto, mientras que los pagos de las liquidaciones han ido retrasados respecto al ritmo de la obra.
Muñoz Garde se ha mostrado partidario de modificar la actual valoración de las ofertas económicas en función de la baja media ?La Cámara de Comptos cree que, al valorar el aspecto económico, la máxima puntuación debería de otorgársele a la empresa que presente la mejor oferta, es decir, el precio más barato siempre que no estemos ante una baja temeraria. En el caso de que así fuera, serían los propios técnicos los que razonarían la imposibilidad de ejecutar la obra por ese precio y la oferta, tras el correspondiente procedimiento, quedaría excluída?.
En su opinión, el criterio de la baja media no favorece que las adjudicaciones se ajusten a criterios de eficiencia y economía. ?Y esto es fácilmente entendible ?ha añadido- si pensamos en dos empresas que presentan dos buenas ofertas que consiguen igual puntuación en los otros aspectos que se valoran, aunque una de ellas ofrece un precio mejor. Aplicando el criterio de la baja media, resultaría beneficiada la oferta cuyo precio se acerque más a esa baja, en perjuicio de la oferta más económica que quedaría penalizada?.
Tras aclarar que esta opinión está en consonancia con dictámenes de la Comisión Europea y juntas de contrataciones administrativas que se han pronunciado al respecto, Muñoz Garde ha abogado por que en la nueva ley de contratos se modifique el actual criterio, primando en la valoración económica a la oferta más ventajosa que se pueda cumplir sin caer en baja temeraria.