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Irene Ayerra Balduz: "La sangre es un recurso fundamental, escaso y perecedero cuya gestión exige la máxima eficacia"

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Dentro del ciclo “Innovación para una gestión pública eficiente”, hoy hemos tenido como invitada en la Cámara de Comptos a Irene Ayerra Balduz, fundadora y CEO de la empresa Hemotic. Se trata de una empresa emergente, formada por expertos en IA, Ciencia de Datos e Informática, dedicada a mejorar la eficiencia y facilitar los procesos en los bancos de sangre a través de técnicas matemáticas.

Irene Ayerra, licenciada en Matemáticas y máster en Modelización e Investigación Matemática, Estadística y Computación, comenzó en el ámbito de los bancos de sangre de casualidad. “A raíz del trabajo de fin de máster empecé a trabajar en el Banco de Sangre y Tejidos de Aragón. Al ver los problemas y los retos a los que se enfrentaban sus profesionales, me di cuenta de que con las matemáticas podíamos aportarles valor, mejorando la eficiencia de sus procesos”.

Eficiencia es un concepto clave en la gestión pública, también en la utilización de la sangre. “Estamos hablando de un recurso fundamental para tratar muchas patologías, escaso, perecedero, que solo se consigue con donaciones altruistas. Por tanto, hay que cuidarlo bien y ser muy eficiente en todo el proceso”, ha explicado Ayerra.

Hemotic, ubicada en Olite, desarrolla algoritmos con el fin de que los responsables de los bancos de sangre tomen las mejores decisiones. “De ahí la importancia de tener buenos datos, que respalden las decisiones y minimicen los errores. También reorganizamos procesos, con estudios que puedan favorecer un funcionamiento más eficiente en cuanto a personal, sistemas o proceso en general”.

La IA es una de las herramientas que utiliza la empresa navarra. “Como matemática, tengo claro que la IA ofrece un tipo de algoritmos. Lo importante, en mi opinión, es ver cuál es el problema o el reto que nos planteamos y escoger los algoritmos oportunos. Pueden ser de IA o de otro tipo, según cuál sirva mejor en cada ocasión”.

Irene Ayerra valora positivamente el camino recorrido hasta ahora y mira al futuro con optimismo. “A través de los algoritmos hemos avanzado bastante. En los centros que hemos trabajado, el aumento de la eficacia se ha notado de manera inmediata. No obstante, queda mucho margen de mejora, tanto a nivel nacional como internacional”.

La joven emprendedora ha recibido muchos premios en los últimos años. Se muestra agradecida al respecto, en el convencimiento de que “nos aportan visibilidad y nos permiten explicar una labor que tiene fuerte impacto social”.