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2021/14 Cuentas Generales de Navarra, 2020

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La Cámara de Comptos ha publicado el informe sobre las cuentas generales de Navarra de 2020. Se trata de una fiscalización de obligado cumplimiento que ofrece una visión global sobre la situación económica de la Administración Foral.


El informe señala que la Administración Foral gastó el año pasado 4.600 millones e ingresó 4.700. Respecto al ejercicio anterior, los gastos se incrementaron un 4% (191 millones) y los ingresos, un 7% (315 millones). El aumento de ingresos es consecuencia del endeudamiento. De hecho, los ingresos tributarios cayeron el 7%. Lógicamente detrás de esta evolución está la pandemia de la Covid-19.


El capítulo más importante de gasto son las transferencias corrientes, con 1.700 millones. A personal se destinaron 1.500 millones, los gastos corrientes en bienes y servicios sumaron 738 millones y las inversiones siguen en un nivel bajo: 142 millones.


Atendiendo a la finalidad del gasto, el 27% (1.200 millones) se destina a Sanidad, el 17% (770 millones) a Educación y el 12% (550 millones) a la aportación de Navarra al Estado a través del Convenio Económico.


El año pasado, como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, el gasto en Sanidad aumentó más de 100 millones, en Educación se incrementó unos 60 millones y en Servicios Sociales se gastaron 40 millones más.


Respecto al personal, a finales de 2020 había 32.000 trabajadores públicos, de los que 17.000 eran temporales. La temporalidad del personal, por tanto, supone el 54%. El informe califica de “excesivo y preocupante” este porcentaje, que en el Servicio Navarro de Salud es diez puntos más alto. En el incremento de la temporalidad han influido las contrataciones para hacer frente al Covid-19, especialmente en el Departamento de Salud.


El informe apunta también el envejecimiento de la plantilla, acrecentado en los últimos años. De hecho, a finales del año pasado el 53% de los trabajadores públicos tenían más de 50 años.


En cuanto a los ingresos, los impuestos directos sumaron algo más de 1.900 millones y los indirectos 1.730 millones. El tercer capítulo de ingresos (648 millones) son los pasivos financieros, es decir, los ingresos que provienen de la deuda contraída.


El informe señala que las cuentas de 2020 reflejan, en general, la imagen fiel del patrimonio, la situación financiera y los resultados económicos y presupuestarios. Se citan, sin embargo, algunas salvedades como la no aplicación total del Plan General de Contabilidad Pública. También se apunta que no hay una adecuada conexión entre la aplicación informática que gestiona el cobro de impuestos y el sistema informático contable.


La opinión sobre legalidad también es favorable porque la gestión económico financiera de la Administración Foral cumple la normativa vigente. Se apunta como salvedad el gasto de casi 200 millones abonados por prestaciones con contratos cuya vigencia había finalizado.


Se corta la buena evolución de las cuentas


Desde 2016 las cuentas de la Administración Foral presentaban una buena evolución, con resultados presupuestarios positivos y descenso de la deuda. Esa buena marcha se cortó el año pasado como consecuencia de la crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia de la Covid-19.


El descenso de los ingresos tributarios y el aumento de gastos ha empeorado casi todos los indicadores. De hecho, el saldo presupuestario no financiero (sin tener en cuenta los ingresos por endeudamiento) fue negativo en 203 millones, frente al saldo positivo de 150 millones del ejercicio anterior. La deuda, que venía recortándose en los últimos años, se ha incrementado en 350 millones hasta situarse en 3.310 millones.


La deuda está condicionada por dos aspectos que deben tenerse en cuenta. Por un lado, el calendario de amortización según el cual más de la mitad de esa cantidad hay que amortizarla antes de 2027. Por otro, lógicamente, la variación del tipo de interés de los mercados financieros. Como punto positivo al respecto, se apunta la buena calificación de la deuda por parte de una agencia de rating, que le otorga la máxima que puede obtener teniendo en cuenta la del Estado.


El informe también ofrece información sobre las 16 empresas públicas. Sus cuentas empeoraron notablemente el año pasado por la crisis, pasando de un resultado positivo de 7 millones a unos 8 millones negativos. El grupo empresarial público, cuyo porcentaje de negocio depende en un 36% de la Administración Foral, ha reducido su deuda en un 11% hasta los 58 millones.


La Cámara de Comptos ofrece una serie de recomendaciones para mejorar la gestión económico-financiera de la Administración Foral. Entre otras, aprobar urgentemente el Plan General de Contabilidad Pública de Navarra o aplicar en toda su extensión el del Estado.