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2004/30 Fundación Museo Jorge Oteiza

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2004/30 Fundación Museo Jorge Oteiza ()

La Cámara de Comptos de Navarra ha hecho público el informe sobre la actividad de la Fundación Museo Jorge Oteiza. Se trata de un trabajo solicitado por la Junta de Portavoces del Parlamento a iniciativa de Izquierda Unida quien, en su petición, subrayaba la necesidad de valorar la gestión económica de la fundación y el destino de los fondos públicos recibidos.

El informe explica que en 1992 Jorge Oteiza firmó ante notario un acta por la que cedía su obra "al pueblo navarro". Dicha cesión se realizó a través de una fundación que había previsto un patronato formado por dos artistas designados por el escultor, dos representantes de la Federación de Ikastolas y otros dos en representación del Gobierno de Navarra. Cuatro años después Oteiza otorgó la escritura de constitución de la Fundación y cambió el número y representación de los patronos.

En junio de 1997 el Gobierno de Navarra declara Plan Sectorial de Incidencia supramunicipal la creación de la Fundación Museo Jorge Oteiza con un coste estimado de 7,4 millones de euros y un plazo de dos años y medio para finalizar las obras. Un mes más tarde se firmó el contrato de redacción del proyecto entre el Gobierno y el arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza. En junio de 1998 se firmó el contrato para la construcción del museo. La recepción provisional de las obras es de septiembre de 2001 y la definitiva de mayo de 2003.

La Cámara de Comptos subraya en la introducción del informe, como limitación al mismo, la falta de cuentas desde 1996 a 2001 ya que en ese periodo la fundación no llevó contabilidad ni aprobó las cuentas de ningún ejercicio. Al recibir la obra, tampoco existía un inventario de las piezas cedidas ni una valoración de la misma.

Es cierto que la Fundación Jorge Oteiza es de naturaleza privada, aunque está financiada casi en su totalidad con fondos públicos y, de hecho, en las cuentas generales de Navarra se incluye como pública.

Respecto a la gestión económica de la fundación, el informe la califica como "muy deficiente" puesto que, como se ha señalado anteriormente, no existe contabilidad entre los años 1996 y 2001. La Cámara de Comptos recuerda que esta actitud de la fundación contraviene sus propios estatutos que, en los artículos 18 y 19, señalan que "la fundación confeccionará anualmente un presupuesto en el que se recogerán sus ingresos y gastos".

Tras constatar que la primera vez que se presentaron cuentas fue en 2002, el informe señala que al atender los pagos del año 2003 los técnicos del Departamento de Cultura detectaron errores en la presentación de los justificantes, tras lo cual se solicitó un informe que puso de relieve pagos duplicados por casi 50.000 euros. En la auditoría de ese año las numerosas salvedades no permitieron al auditor emitir opinión sobre las cuentas.

El informe ofrece los datos de las aportaciones del Gobierno de Navarra a la fundación, cifradas en más de 13 millones de euros entre 1993 y 2003. Los importes más elevados corresponden a la ejecución de la obra del museo (4,3 millones), la urbanización exterior (2,1 millones) y la rehabilitación de la vivienda, en la que se gastó un millón de euros.

Respecto a la ejecución de las obras del museo, el informe recuerda que la adjudicación se hizo en 3,4 millones a través de un contrato que tenía carácter alzado fijo, cerrado y no revisable.

El plazo marcado para la realización de las obras concluía en octubre de 2000 y la recepción tiene fecha de mayo de 2003. "No hemos encontrado ningún informe -dice la Cámara de Comptos- que explique las desviaciones en los previos ni en los plazos". Estas desviaciones confirman, a juicio de la Cámara de Comptos, las deficiencias del proyecto que ya fueron puestas de relieve en un informe interno realizado por un técnico del Gobierno de Navarra en 1998.

El informe califica de "lento" el ritmo de cumplimiento de los objetivos de la fundación, algo a lo que no es ajena la situación de su patronato, compuesto por ocho miembros divididos en dos bloques hasta el punto de que, en las últimas fechas, sus acuerdos se aprueban por el voto de calidad del presidente. Tras recordar las polémicas y denuncias entre los miembros del patronato, la Cámara concluye poniendo de relieve la dificultad de gestionar una organización cuando en su máximo órgano de decisión no existe un planteamiento definido sobre su función y se encuentra dividido en dos grupos.

El informe insiste en la dependencia económica de la fundación de los presupuestos de Navarra y en el hecho de que, tras haber realizado una importante inversión, ni la fundación ni el Gobierno hayan hecho un plan de actuación sobre la obra de Oteiza y el resto de fines de la fundación.

En la conclusión del informe, la Cámara de Comptos subraya la dejación por parte de la fundación de sus obligaciones contables y presupuestarias, a la vez que reitera que la ausencia de informes finales impide conocer los importes definitivos de la construcción del museo y analizar sus desviaciones. Respecto a estas últimas, el informe las achaca a la baja calidad del proyecto.

Ante esta situación, la Cámara de Comptos insta a la fundación a cumplir la normativa vigente y a establecer un plan, en colaboración con el Gobierno de Navarra, con los objetivos y la financiación de esta dotación cultural. Al mismo tiempo, solicita un acuerdo mínimo en el patronato de la fundación, "ya que es prácticamente imposible un funcionamiento eficaz con la actual división".

Tras destacar el valor de la obra cedida, el informe aboga por que la fundación y el Gobierno de Navarra trabajen para conseguir una rentabilidad de un museo que debe ser referencia cultural y artística. "A este respecto -señala la Cámara de Comptos- el plan elaborado por la nueva dirección y aprobado por el patronato el 30 de noviembre de 2004 debe constituir el punto de partida para conseguir el cumplimiento de los objetivos de la Fundación Museo Jorge Oteiza".