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1998/17 Obras del Puerto de Belate

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1998/17 Obras del Puerto de Belate ()

Obras del Puerto de Belate

La Cámara de Comptos ha remitido al Parlamento de Navarra el informe sobre las obras del Puerto de Belate, un proyecto cuyo trazado tiene su origen en las Ventas de Arraitz e incluye los túneles de Belate (2.960 metros) y el de Almandotz (1.220 metros). Se trata de unas obras que comenzaron a adjudicarse en 1993 y fueron inauguradas cuatro años más tarde.

Con la elaboración del informe, el órgano fiscalizador analiza de una manera global la ejecución de las obras, revisando los costes, las desviaciones, modificaciones y el cumplimiento de la normativa en la ejecución de la obra. Para ello, el informe se ha centrado en el examen de los expedientes de proyectos, obras , asistencia técnica y expropiaciones.

A la hora de adjudicar las obras de Belate, el Departamento de Obras Públicas las dividió básicamente en dos partes: el Túnel de Belate y el tramo entre las Ventas de Arraitz y Zozaia, subdividido a su vez en cuatro tramos. En este punto, la Cámara de Comptos cree que la adjudicación se dividió en excesivos tramos, aspecto éste que complicó la ejecución de las obras puesto que incluso hubo que paralizar durante varios meses el desarrollo de algún tramo porque la ejecución de otros no había concluido.

En las conclusiones del informe, la Cámara de Comptos señala que hasta finales de 1997 la Administración Foral había gastado un total de 12.431 millones en las obras del Puerto de Belate, de los que 11.385 corresponden a la obra y el resto a proyectos, asistencia técnica, líneas eléctricas, expropiaciones y otros gastos. El informe indica que durante 1998 todavía se han seguido produciendo pagos de obras, asistencia técnica de instalaciones de túneles y reparación de desprendimientos y otro tipo de desperfectos.

La Cámara de Comptos destaca como limitación a su análisis la inexistencia en los archivos del Departamento de Obras Públicas de determinados expedientes de proyectos, obras y asistencia técnica, "problema que no se había producido en otros informes que esta Cámara de Comptos ha venido realizando sobre obras públicas".

Al analizar los proyectos de obra la Cámara de Comptos subraya las numerosas y costosas modificaciones que ha habido que introducir con la obra iniciada, "lo que parece evidenciar una baja calidad de los proyectos, sobre todo del Túnel de Belate y del tramo III, sin que conste que se hayan pedido responsabilidades a sus redactores".

En este sentido, el informe cifra en 4.215 millones los pagos por el Túnel de Belate cuando el presupuesto de adjudicación fue de 2.872 millones. En el caso del tramo III, la obra fue adjudicada en 1.300 millones y los pagos del Gobierno de Navarra superaron esa cifra en mil millones.

Los datos aportados por la Cámara de Comptos muestran que las adjudicaciones de las obras, realizadas por concurso a la oferta económicamente más ventajosa, bajan el presupuesto de licitación alrededor del 25 por ciento. Sin embargo, las modificaciones en los contratos y otras incidencias en la ejecución de los contratos hacen que el presupuesto final sea en el conjunto de la obra un 33 por ciento mayor que el adjudicado.

Ante esta situación, el informe recomienda a la Administración Foral que incremente la supervisión y el control de los proyectos desde el propio departamento y, en caso de no disponer de los medios necesarios, que la supervisión de las empresas contratadas garantice su calidad para que los errores e imprevisiones de los proyectos no repercutan en la fase de realización de las obras.

El informe analiza en un capítulo todas las modificaciones introducidas en el proyecto, así como una síntesis de las causas alegadas por el Departamento de Obras Públicas para justificar su necesidad. En dicho capítulo se destacan las modificaciones del tramo entre las Ventas de Arraitz y Zozaia, que suponen un incremento de coste del 70 por ciento, así como las del túnel de Belate, en el que se gastó un 35 por ciento más de lo previsto.

La Cámara de Comptos destaca también la modificación en la obra de instalación de túneles, tramitada de esta manera a pesar de tratarse de un contrato de prestación de servicios. La necesidad de ese contrato se puso de manifiesto al finalizar el Túnel de Belate y comprobar que exigía un equipo de personal técnico para su mantenimiento y supervisión con un coste de diez millones mensuales.

En cuanto a las modificaciones de los plazos de ejecución, el informe refleja el retraso general en la finalización de los diferentes tramos. En el caso del Túnel de Belate, la previsión de ejecución era de dos años, si bien ese plazo se alargó hasta los tres años y medio, lo que motivó que tanto la Intervención como los servicios jurídicos del Departamento de Obras Públicas cuestionaran la calidad del proyecto y de la supervisión del mismo. Se barajó la posibilidad de exigir responsabilidades a los redactores del proyecto, aunque finalmente no se actuó en ese sentido.

La Cámara de Comptos finaliza el apartado de modificaciones recomendando, entre otras cuestiones, que la Administración Foral exija en estos casos responsabilidades e indemnizaciones a los redactores del proyecto o a las empresas adjudicatarias de las obras.

En cuanto a la asistencia técnica, el informe señala que se realizaron cinco contratos que, hasta finales de 1997, supusieron un desembolso de 439 millones. Al tratarse de contratos para el seguimiento de las obras, el retraso de éstas también provocó un sobrecosto de la asistencia técnica que en el caso del Túnel de Belate alcanzó el 43 por ciento.

"Con respecto a la asistencia técnica -dice la Cámara de Comptos- queremos poner de manifiesto la progresiva privatización de estas funciones de dirección técnica y control de calidad de las obras, lo que puede dar lugar a una disminución del grado de control que debe ejercer la administración sobre la ejecución de las obras y, a más largo plazo, puede conllevar una progresiva destecnificación de la misma".

Como conclusión general del trabajo, la Cámara de Comptos pone en cuestión tanto la calidad de los proyectos, realizados por empresas privadas, como la supervisión de los mismos, a la vista de las numerosas e importantes modificaciones de obra. Esto ha originado desviaciones, tanto en coste como en plazo de ejecución, aspectos ambos que habían sido criterios importantes a la hora de realizar las adjudicaciones. El informe constata que el Departamento de Obras Públicas no ha exigido responsabilidades ni a los responsables del proyecto ni a los contratistas.

La Cámara de Comptos recomienda a la Administración Foral que, para evitar los retrasos y el aumento del coste de las obras públicas, aumente el control de calidad sobre los proyectos y sobre la propia ejecución de las obras.