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2002/13 Gestión del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)

Fecha publicación

La Cámara de Comptos de Navarra ha remitido al Parlamento el informe sobre la gestión del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Se trata del impuesto más importante ya que aporta el 65 por ciento de la recaudación de impuestos directos y a través del mismo se financia el 28 por ciento del presupuesto de Navarra. El informe, además de explicar el procedimiento de gestión del impuesto, ofrece datos del mismo y las conclusiones y recomendaciones para mejorar su gestión.

Según los datos del informe, en Navarra se hacen anualmente unas 270.000 declaraciones de renta de las que 190.000 se tramitan a través de entidades bancarias, 30.000 en las oficinas de Hacienda y unas 50.000 de manera manual. Teniendo en cuenta la media de los últimos años, el resultado de dichas declaraciones es negativo en 190.000 casos (es decir, la Hacienda devolvió dinero al contribuyente) y positivo en 80.000 declaraciones.

De los datos aportados por la Cámara de Comptos se desprende que sigue aumentando el número de declaraciones realizadas en entidades colaboradoras en detrimento de las que se tramitan en las oficinas de Hacienda. De hecho, estas últimas han disminuido un tercio desde 1996.

Según los datos de la declaración de 1999, los ingresos totales por este impuesto sumaron 94.170 millones de pesetas, de los que 80.000 millones corresponden a retenciones de trabajo y 11.600 millones a retenciones de capital. El máximo contribuyente, con bastante diferencia sobre los demás, es el propio Gobierno de Navarra, que aporta en concepto de retenciones de trabajo y capital el 17 por ciento de los ingresos.

En el capítulo de conclusiones y recomendaciones la Cámara de Comptos comienza señalando que la normativa tributaria del IRPF es compleja y excesivamente cambiante, ya que "prácticamente todos los años se producen modificaciones en la normativa, al margen de la lógica actualización de importes". Para el ciudadano esta situación tan cambiante puede ser perjudicial ya que existen decisiones de tipo económico de los ciudadanos realizadas a largo plazo, y en las que el componente fiscal tiene una incidencia relevante tales como elección de fórmula para materializar el ahorro, planes de pensiones, etc. "Los continuos cambios normativos, en algunos casos incluso con efectos retroactivos, pueden incidir de manera notoria en estas decisiones, motivo por el que se produce cierto grado de inseguridad jurídica para el contribuyente".

La Cámara de Comptos también reclama mayor coordinación entre los servicios gestores del impuesto y cuestiona el sistema de módulos aplicados a determinados colectivos. "Este sistema, -dice el informe- al margen de que normalmente representa una menor base imponible, puede constituir un factor que facilite que la cadena impositiva y de información se rompa".

El informe dedica un apartado a comparar las cifras del IRPF entre 1992 y 1998 en el que se comprueba que las aportaciones a los planes de pensiones crecen en un 309 por ciento y que las deducciones por gastos de enfermedad y primas de seguros, suprimidas en 1999, crecieron también de forma significativa. La comparación respecto de los últimos años es más compleja porque en 1998 variaron notablemente algunos aspectos de la declaración de la renta.

En cuanto a la relación entre declarante, base liquidable y cuota íntegra, el informe destaca el notable incremento en el número de declarantes con base menor a medio millón de pesetas y un descenso en todos los tramos hasta 7,5 millones de base para aumentar en los mayores de ese importe. Los datos de 2000 indican que el 51 por ciento de los declarantes presenta una base liquidable menor de un millón de pesetas y su cuota íntegra es el 5,3% del total recaudado. Los declarantes con base liquidable mayor de 7,5 millones de pesetas son el 1,75% del total y su cuota supone el 22,6% del total recaudado.

En las revisiones sobre las declaraciones de 2000 se han observado incidencias en un 8 por ciento de las mismas. Su corrección supuso a la Hacienda Foral 852 millones de pesetas de incremento en la recaudación.

Según explica el informe, en 2001 la Hacienda Foral ha realizado inspecciones de IRPF a 206 contribuyentes con el resultado de 909 actas y una cuota de 900 millones que, con los intereses recargos y sanciones, alcanzó un importe cercano a los 1.400 millones de pesetas.

La Cámara de Comptos ofrece una serie de recomendaciones para mejorar la gestión del IRPF comenzando por la normativa. En este sentido, pide que exista la máxima estabilidad posible para que el ciudadano pueda adoptar sus decisiones económicas a largo plazo de una manera más segura. El informe también aboga por la simplificación del impuesto teniendo en cuenta que afecta a todos los ciudadanos y su amplia y compleja normativa dificulta su cumplimiento.

La Cámara de Comptos cree que se debe incrementar la coordinación entre las unidades orgánicas de Hacienda que participan en la gestión del impuesto y estudiar la posibilidad de centralizar o agrupar sus funciones. También recomienda al Gobierno de Navarra que persiga el fraude, analizando los sistemas que permitan detectar el fenómeno. Por otra parte, el informe considera importante prestar la máxima atención a los avances de la tecnología de la información y procurar la máxima rapidez en la obtención y tratamiento de la información externa, aspecto clave para la eficaz gestión del impuesto.

Por último, la Cámara de Comptos subraya la importancia de este impuesto para las arcas forales y su gran repercusión ciudadana. Por ello, anima a la Hacienda Tributaria para que disponga del máximo posible de estudios, simulaciones y análisis. "En definitiva -señala el informe- debe existir el máximo conocimiento del impuesto a fin de establecer con el máximo rigor técnico las diferentes medidas técnicas que se estimen convenientes, teniendo en cuenta la capacidad normativa de que históricamente dispone Navarra".